Muchos de ustedes la habrán reconocido ya. La foto es de la cinta Atrapa a un Ladron de Hitchcock. Grace Kelly conduce el coche (si escribiéramos como hablamos diriamos que la Kelly maneja el carro) y a su lado, extasiado, Cary Grant la mira.La historia, de seguro matizada por los tintes de la fantasia, dice que mientras se rodaba la pelicula el principe Raniero III de Monaco empezó a cortejear a la bellisima Kelly. La cosa terminó en propuesta matrimonial bajo la condicion, pobre Kelly, de abandonar las grabaciones y el glamour de la pantalla. Ella aceptó y hubo boda del siglo.
Cuenta la leyenda que en el septiembre del 82 y yendo por la misma carretera en la que se grabó la escena cuya foto encabeza este blog, la Kelly se accidentó. Con ella iba la menor de sus hijas, Estefania de Monaco.
Dicen las incomprobables historias que madre e hija reñían cuando el carro se accidentó; dicen tambien que era Estefania la que conducía y que quizás fue la riña la causa del accidente....
Al día siguiente del hecho, un aciago 14 de septiembre, la Kelly decidió, quizás en un luctuoso gesto de reconciliación con su hija, que la mejor manera de perpetuar su principado en este mundo era abandonándolo.
Importa poco la verdad de lo sucedido. La Kelly se marchó llevándose consigo ese halo de princesa inalcanzable que siempre tuvo. Raniero no la hizo princesa, ella ya lo era cuando él la conoció. El titulo nobiliario no hizo más que ratificar una condicion que se leía en cada uno de sus gestos, en sus ojos, en ese pelo dorado movido por el viento en el descapotable de la inmortal escena con Grant.
Yendo al cine es el nombre de este blog y escogi esta foto de la Kelly con Grant como su emblema porque nada cuesta imaginar, traicionando la historia original, que la pareja esta yendo al cine y que esa felicidad despreocuada de los dos no puede tener otra razón que la fascinación que a algunos siempre nos produce el encuentro con la pantalla grande.
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