TÍTULO ORIGINAL The Fighter
AÑO 2010
DURACIÓN 115 min.
PAÍS Estados Unidos
DIRECTOR David O. Russell
GUIÓN Scott Silver, Paul Tamasy, Eric Johnson (Historia: Paul Tamasy, Eric Johnson, Keith Dorrington)
MÚSICA Michael Brook
FOTOGRAFÍA Hoyte Van Hoytema
REPARTO Mark Wahlberg, Christian Bale, Amy Adams, Melissa Leo, Robert Wahlberg, Jack McGee, Dendrie Taylor, Jenna Lamia, Bianca Hunter, Sue Costello, Salvatore Santone, Erica McDermott, Sean Patrick Doherty
PRODUCTORA Paramount Pictures / Mandeville Films / Relativity Media
WEB OFICIAL http://www.thefightermovie.com/
PREMIOS 2010: Oscars: 7 nominaciones, incluyendo mejor película, director y guión original
2010: 2 Globos de Oro: mejor actor secundario (Bale) y actriz sec. (Leo). 6 Nominaciones
GÉNERO Drama | Deporte. Boxeo. Basado en hechos reales
Clasificación : Vale la pena
The fighter, acá en Colombia El ganador, es una película que si bien ofrece algunos elementos novedosos para la ya muy nutrida filmografía del boxeo, es, a la vez, una película que naufraga en las aguas mansas de los lugares comunes.
Novedoso es el contraste actoral entre Cristian Bale y Mark Wahlberg. Mientras que el personaje de Bale, el boxeador Dicky Eklund, es complejo y permite el lucimiento actoral del inglés, el de Wahlberg, el también boxeador Micky Ward, es plano e insulso. Es sobre esta confrontación de caracteres que se teje el elemento innovador de El ganador. Confrontación además de la que sale victorioso el malo de la dupla. Como suele suceder con los malos buenos del cine, el espectador está más con el desarraigo extremista del personaje de Bale que con la normal mediocridad del hermano encarnado por Wahlberg. A The fighter la sostiene mejor este contraste de temperamentos entre hermanos que la historia misma, algo estereotipada, del boxeador que se enfrenta a la adversidad y la vence heroicamente en el último momento. Lo malo es que teniendo el material narrativo para explotar esa diferencia de temperamentos, la película se va por la vía fácil de un triunfo emocionante que pone a vencer, contra todo pronóstico, al más débil.
Novedoso también para aquellos que algo entienden de boxeo, la indagación que en la película se hace sobre las técnicas de combate. Micky no gana la pelea decisiva por guerrear a lo Rocky Balboa, sino por seguir la estrategia que desde su reclusión le recomendó su hermano. Viendo a ambos actores se les nota una juiciosa preparación para encarar con convicción sus roles de boxeador. Para que el personaje de un boxeador resulte creíble no basta la musculatura apresurada de los gimnasios intensivos. Lo importante es que el personaje demuestre fluidez haciendo pera o golpeando el aire. La muestra maestra la da Bale al representar a un boxeador consumido por el vicio que sigue siendo, demacrado y enfermo, ese púgil que alguna vez envió a la lona al legendario Sugar Ray Leonard.
Pero desafortunadamente El ganador desperdicia la historia que pudo bordarse a partir de tan disímiles personajes y se hunde en la historia repetida del boxeador anónimo que a fuerza de superación y coraje gana en el último segundo. Si en algún momento la película nos permite evocar el blanco y negro del inolvidable Toro salvaje de Scorsese, es su infortunado desenlace el que nos devuelve, con su desgastado estribillo, a las mil y tantas victorias de don Stallone, el Rocky de siempre.
El ganador emociona acudiendo a la fórmula infalible pero también barata del querer es poder. De la película se salva el soberbio trabajo de Bale cuyo personaje pone de manifiesto, nuevamente, que la historia de los marginales será siempre más atractiva para las cámaras que aquella otra de la gente ordinaria y corriente. Es por eso, precisamente por eso, que quienes perpetuamos la áurea mediocritas de los griegos tanto admiramos a esos seres extremos y marginales que siempre sublevan el orden establecido.
A manera de colofón va esta pequeña investigación de cine y boxeo: Búster Keaton dirigió en 1926 El boxeador; un año después fue el mismísimo Hitchcock quien dirigió, sin mayor éxito, una película llamada El ring. Mucho más tarde y después de decenas de películas que giraron en torno al boxeo aparece, en 1976, el gran Rocky Balboa, un personaje al que por el momento en el que tantos lo vimos, nos marcó y fascinó. Con la emotividad propia de su director, Franco Zeffirelli dirigió en el año 79, El Campeón. Noquea a todos sus rivales, un año después, el gran Toro Salvaje de Scorsese, para muchos la película de esa década. Pieza importante de la filmografía latinoamericana es Gatica el Mono, la historia del boxeador argentino José Maria Gatica dirigida en el año 1993 por Leonardo Favio, sí por Leonardo Favio, el mismo de o quizás simplemente le regale una rosa….. En el 2004 descuella el polifacético Eastwood con Million dollar baby y en el 2010 se mete entre las nominadas al Oscar como mejor película The fighter dirigida por David Russell.
The fighter, acá en Colombia El ganador, es una película que si bien ofrece algunos elementos novedosos para la ya muy nutrida filmografía del boxeo, es, a la vez, una película que naufraga en las aguas mansas de los lugares comunes.
Novedoso es el contraste actoral entre Cristian Bale y Mark Wahlberg. Mientras que el personaje de Bale, el boxeador Dicky Eklund, es complejo y permite el lucimiento actoral del inglés, el de Wahlberg, el también boxeador Micky Ward, es plano e insulso. Es sobre esta confrontación de caracteres que se teje el elemento innovador de El ganador. Confrontación además de la que sale victorioso el malo de la dupla. Como suele suceder con los malos buenos del cine, el espectador está más con el desarraigo extremista del personaje de Bale que con la normal mediocridad del hermano encarnado por Wahlberg. A The fighter la sostiene mejor este contraste de temperamentos entre hermanos que la historia misma, algo estereotipada, del boxeador que se enfrenta a la adversidad y la vence heroicamente en el último momento. Lo malo es que teniendo el material narrativo para explotar esa diferencia de temperamentos, la película se va por la vía fácil de un triunfo emocionante que pone a vencer, contra todo pronóstico, al más débil.
Novedoso también para aquellos que algo entienden de boxeo, la indagación que en la película se hace sobre las técnicas de combate. Micky no gana la pelea decisiva por guerrear a lo Rocky Balboa, sino por seguir la estrategia que desde su reclusión le recomendó su hermano. Viendo a ambos actores se les nota una juiciosa preparación para encarar con convicción sus roles de boxeador. Para que el personaje de un boxeador resulte creíble no basta la musculatura apresurada de los gimnasios intensivos. Lo importante es que el personaje demuestre fluidez haciendo pera o golpeando el aire. La muestra maestra la da Bale al representar a un boxeador consumido por el vicio que sigue siendo, demacrado y enfermo, ese púgil que alguna vez envió a la lona al legendario Sugar Ray Leonard.
Pero desafortunadamente El ganador desperdicia la historia que pudo bordarse a partir de tan disímiles personajes y se hunde en la historia repetida del boxeador anónimo que a fuerza de superación y coraje gana en el último segundo. Si en algún momento la película nos permite evocar el blanco y negro del inolvidable Toro salvaje de Scorsese, es su infortunado desenlace el que nos devuelve, con su desgastado estribillo, a las mil y tantas victorias de don Stallone, el Rocky de siempre.
El ganador emociona acudiendo a la fórmula infalible pero también barata del querer es poder. De la película se salva el soberbio trabajo de Bale cuyo personaje pone de manifiesto, nuevamente, que la historia de los marginales será siempre más atractiva para las cámaras que aquella otra de la gente ordinaria y corriente. Es por eso, precisamente por eso, que quienes perpetuamos la áurea mediocritas de los griegos tanto admiramos a esos seres extremos y marginales que siempre sublevan el orden establecido.
A manera de colofón va esta pequeña investigación de cine y boxeo: Búster Keaton dirigió en 1926 El boxeador; un año después fue el mismísimo Hitchcock quien dirigió, sin mayor éxito, una película llamada El ring. Mucho más tarde y después de decenas de películas que giraron en torno al boxeo aparece, en 1976, el gran Rocky Balboa, un personaje al que por el momento en el que tantos lo vimos, nos marcó y fascinó. Con la emotividad propia de su director, Franco Zeffirelli dirigió en el año 79, El Campeón. Noquea a todos sus rivales, un año después, el gran Toro Salvaje de Scorsese, para muchos la película de esa década. Pieza importante de la filmografía latinoamericana es Gatica el Mono, la historia del boxeador argentino José Maria Gatica dirigida en el año 1993 por Leonardo Favio, sí por Leonardo Favio, el mismo de o quizás simplemente le regale una rosa….. En el 2004 descuella el polifacético Eastwood con Million dollar baby y en el 2010 se mete entre las nominadas al Oscar como mejor película The fighter dirigida por David Russell.
Excluyo de este caprichoso e incompleto listado al Luchador de Aronofsky (2008) porque uno no puede confundir a Rayo de Plata con Antonio Cervantes el Kid Pambelé…..
Nota para fanáticos. véanse este fragmento de la inolvidable pelea de Micky Ward contra Arturo Gatti.
Nota para fanáticos. véanse este fragmento de la inolvidable pelea de Micky Ward contra Arturo Gatti.
1 comentario:
Impecable pelea...
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