Un día me propuse escribir unas líneas sobre las película que viera. No serían críticas de cine, serían divagaciones libres sobre lo visto. Avanzado el trabajo pensé que valdría la pena divulgarlo.Así nace este blog. Yendo a cine es el nombre que le he dado. Escogí el gerundio del verbo ir porque sugiere una accion en curso, todavía inacabada y por lo mismo de desenlace incierto. Y eso precisamente es lo que sentimos aquellos que siempre, de una u otra forma, estamos yendo a cine.
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